El marcador

Después de haberse utilizado para la escritura en tinta e impuesto universalmente, la lapicera estilográfica o pluma fuente, y la invención revolucionaria, por lo simple, barata y popular, del bolígrafo; apareció en el mercado, para usos primeramente, de rotulación y marcaje y luego para tareas escolares y artísticas, el marcador, también denominado, rotulador, fibra, fibrón, plumín, plumón, etc. según el país o región.

En 1963 aparecieron los marcadores con punta de fieltro y poco a poco logran imponerse. El primer marcador práctico lo inventó un japonés, Yukio Horie en 1962. Resultaba muy adecuado para los trazos de la escritura nipona, que se realizaban con un pincel puntiagudo.

La punta está hecha de fieltro o fibras finas de nylon u otro material sintético sujeta al cilindro o cuerpo y su tinta fluye hacia la punta mediante un sistema capilar. La punta puede tener diferentes formas y tamaños, alcanzando más de una pulgada de ancho.

Las tintas de los marcadores pueden presentar una infinita gama de colores, desde los más intensos a los más suaves. De igual modo pueden contener tintas de muy variada formulación, desde las mas sofisticadas (base de alcohol con y sin xileno) para escribir sobre superficies húmedas (como las de empaques de alimentos congelados) y de todo tipo (metal, vidrio, madera, etc.) hasta las más sencillas (base agua) para papel y cartón.

El marcador de punta acrílica fue comercializado en 1963, por la japonesa Pentel. La misma Sociedad, en 1973 inventó el primer marcador a bolita: el “Ball Pentel”, y en 1981 presentó en el mercado un rotulador de punta cerámica: el “Ceramicrón”.

A partir de 1985, la firma francesa Reynolds, lanzó el bolígrafo y el marcador antifraude, que contiene tinta de seguridad, muy resistente a ser borrada. Era destinada especialmente al uso de banqueros y negociantes, para evitar la falsificación de documentos y cheques. Marcadores con una especial formulación de tinta son aplicados sobre papel moneda para detectar la falsificación de billetes. En cambio fue un marcador el que logró romper la protección “a prueba de copias” de Sony. La nueva tecnología Key2Audio, con complicados algoritmos de encriptación diseñados para evitar las copias de los CDs, que la compañía japonesa probó en el último disco de Celine Dion para detener el continuo avance de la piratería, fue burlada cubriendo las pistas de seguridad, apenas con el trazo de un simple marcador comprado en la papelería de la esquina.

Actualmente en el mercado se encuentran marcadores para toda necesidad, como por ejemplo aquellos cuya tinta desaparece o cambia de color, como los producidos por Wilson bajo las marcas “Borrable” o “Variocolor” respectivamente, o el marcador para pizarra “Lumocolor” de Staedtler que puede permanecer mucho tiempo destapado sin secarse.