¡BIC de Venezuela, sí se puede!
1 de Abril de 2004 - numero_10
Por Paulo Cesar Pereira de Aquino
Gerente General de BIC de Venezuela C.A.
Cuando el año 2003 comenzó, nosotros, y probablemente todo el empresariado de Venezuela, estábamos preocupados por la situación del país y por el tipo de resultados que podríamos obtener, pues la situación se presentaba difícil y con muchas variables que no podíamos manejar. Entendíamos que solamente con un trabajo muy focalizado y bien planeado, podríamos obtener buenos resultados. Sin embargo no es fácil planear en tiempos de crisis y con tantas dudas que existían. Por otro lado, una cosa no nos faltaba: dedicación por encima de cualquier prueba y una disposición muy grande de aceptar cambios en períodos muy cortos de tiempo.
Repensamos el negocio como un todo e hicimos un plan de acción basado en períodos de quince días con revisiones diarias, pues día a día la situación cambiaba y se presentaban nuevos factores.
Todos nuestros empleados tomaron conciencia de la importancia de sus acciones cotidianas sobre el resultado de la compañía y cómo la suma de pequeños esfuerzos se traduciría en un gran impacto. Con eso logramos una economía operacional significativa, así que, como reconocimiento, incrementamos significativamente las remuneraciones y concedimos nuevos beneficios funcionales.
No nos deteníamos mucho con las situaciones adversas que encontrábamos al frente y las encarábamos siempre con la certeza de que iríamos a ganar, pues siempre aplicábamos soluciones creativas para cada nuevo desafío.
Atomizamos nuestra distribución de productos de modo que se volviese más efectiva, e incluimos un nuevo perfil de clientes para mercados no tradicionales en nuestro portafolio.
Modificamos los embalajes de nuestros productos, que se volvieron más adecuados para los nuevos patrones de consumo de los venezolanos.
Replanteamos los precios de nuestros productos de forma que ellos fueran más competitivos, al mismo tiempo hicimos alianzas estratégicas con nuestros clientes, basadas en un criterio serio, con mucho respeto mutuo y estrictamente profesional. Esas alianzas son nuestra base de trabajo, que ya está dando resultados positivos en 2004.
Con esa filosofía, a pesar de todas las dificultades, logramos en 2003 presentar un resultado operacional positivo y aún subir dos puntos en el ranking de países donde se comercializa BIC en América del Sur.
Así, con mucho orgullo podemos exclamar: ¡Venezuela, sí se puede!, basta creer.