Actualidad: Panorama del sector del papel
1 de Octubre de 2007 - numero_24
Según el análisis de COFACE, compañía francesa de seguros de crédito para el comercio exterior, experta en la evaluación de riesgos con analistas en más de 100 países. Para conocer su panorama actualizado de la industria del papel y celulosa, entrevistamos a Xavier Sarzosa, destacado analista de riesgos de COFACE.
Según nos explica, en 2006 la industria papelera se ha beneficiado de una demanda mundial firme, lo que le ha permitido absorber el alza de costos de producción en sus precios de venta. La reducción de la capacidad de producción en América del Norte y en Europa ha facilitado así mismo el aumento de los precios. En 2007, la demanda mundial de papel y de cartón debería progresar a menor velocidad, debido a una ralentización de la producción industrial en Europa y en América. El nivel elevado de los precios de las materias primas y de la energía podría afectar a las cuentas de las empresas, en particular de aquellas que transforman el papel en cartón, y que están ya sometidas a presiones de la gran distribución sobre los precios y a la competencia de otros materiales.
En Estados Unidos, la coyuntura papelera ha sido favorable en 2006. Aunque la demanda de papel de impresión y escritura se ha estancado, ha aumentado la demanda de papel para cartón y envasado, así como de papel periódico. Las nuevas reducciones de capacidad y la menor presión de las importaciones europeas de papel han facilitado los aumentos de precios, permitiendo cubrir de este modo el aumento del costo de las materias primas. La situación financiera de las empresas sigue siendo por tanto satisfactoria, aún cuando la presión de los grandes distribuidores de productos papeleros sobre los precios ha sido fuerte. En 2007, las empresas papeleras norteamericanas podrían sufrir una ralentización económica. El elevado nivel de los precios de las materias primas (pasta, papel reciclado) y de la energía, sólo puede compensarse parcialmente con una reacción de la actividad en el frente de los aditivos químicos y del transporte. La situación será particularmente sensible en el papel para impresión y escritura. Un nuevo aumento de las tarifas postales, la disminución de los gastos publicitarios y la competencia de Internet, pesarán aún más sobre la difusión de las revistas. La ralentización de la construcción residencial podría igualmente tener un impacto moderado sobre las cuentas, con motivo del lugar a veces importante que ocupa la madera y los paneles aglomerados para la construcción. Estos elementos, que justifican el levantamiento de la vigilancia positiva, no dejan entrever de todas formas un deterioro significativo del sector. La presión de las importaciones procedentes de China seguirá estando contenida gracias a la imposición de medidas legales anti-dumping, mientras que los productos europeos verán su competitividad afectada todavía por el nivel elevado del euro. Además, las reducciones de capacidad proseguirán, principalmente en el papel de periódico, con la fusión entre Abitibi y Domtar, que controlan la mitad del mercado. En estas condiciones, los precios deberían, en el peor de los casos, estabilizarse.
En Europa occidental, el sector papelero se ha beneficiado en 2006 de una cierta mejora coyuntural. La reducción de la oferta provocada por la parada de máquinas y por el aumento de la demanda han permitido poner fin a varios años de estancamiento de los precios. Sin embargo, el alza apenas permite compensar el encarecimiento de los costos. En 2007, la persistencia de una demanda bien orientada y la continuación de las reestructuraciones, principalmente en el papel satinado, lastrada a su vez por la sobrecapacidad y por el impacto desfavorable del euro sobre las exportaciones, deberían permitir un nuevo aumento de los precios. Sin embargo, los riesgos no son menos importantes de manera comparativa en la transformación. Por lo tanto, los empaques se ven enfrentados a pérdida de mercados como resultado del peso creciente de las importaciones de bienes de consumo.
Además, la papelería ha sufrido fuertes presiones de la gran distribución. La impresión presenta también riesgos, aumentados por los costos provocados por las innovaciones tecnológicas. En Japón, la demanda y las entregas son estables desde hace varios años. Sin embargo, el renacimiento publicitario se produce por un estremecimiento. En este mercado relativamente cerrado (el 90% de la actividad de los productores locales se orienta al mercado doméstico), la rentabilidad sigue siendo escasa y las reestructuraciones poco numerosas. La tentativa de OPA de Oji Paper sobre Hokuetsu Paper Mills en septiembre de 2006 fracasó debido a la llegada benevolente de Mitsubishi Corp. y Nippon Paper. En China, la producción papelera (segunda del mundo) es el resultado de la vigorosa progresión de la demanda local (+10% anual). Sin embargo, el país, en gran parte deficitario en materia prima, debe importar masivamente papel reciclado. En este contexto, los precios de la pasta y del papel reciclado se orientan al alza, mientras que los stocks son bajos. Esta situación favorece el rápido desarrollo de nueva capacidad en Brasil, donde la abundancia de materias primas asegura una fuerte rentabilidad de las actividades, como también en Chile y en Uruguay, y por supuesto en Indonesia, así como en otros países del Sudeste asiático.