Una máquina podría hacer renacer su negocio (cual ave Fénix)
1 de Julio de 2008 - numero_27
Desde que se masificaron las impresoras una industria paralela comenzó a desarrollarse: consumibles alternativos, reentintado de cintas, recarga de cartuchos láser y de inyección de tinta, poblaron estanterías y anuncios de servicios. Una duda, sin embargo, siempre atravesó todos estos productos y actividades conexas: “¿será de buena calidad?, ¿se arruinará la impresora?” se preguntaron los usuarios. El precio, dictador que contará siempre con millones de seguidores, terminó motivando por lo menos una prueba y, satisfechos muchos, se fortaleció la que ahora es una gran industria.
La recarga, en particular la de cartuchos inkjet o de inyección de tinta, no dejó de recibir objeciones de los fabricantes. “Las tintas nunca equipararán la calidad del original” dijeron con seguridad los grandes productores. Muy buenas razones tenían para afirmarlo porque detrás de las “originales” estaban los laboratorios y las miles de horas de investigación que las habían hecho posibles. Pero, progresivamente, grandes y/o tradicionales fabricantes de tintas -a los que no se puede objetar que no conocen su negocio- entraron en el mercado y las objeciones se centraron entonces en lo “artesanal” del relleno que no garantizaba “una recarga adecuada”. Aquí es donde actores como Phoenix Ink comienzan a destacar.
Quien opera: muy confiado; quien espera: asombrado
No es lo mismo ofrecerle a un cliente “tecnología de vanguardia” que desplegarla delante de sus ojos mientras se atiende su requerimiento. La Estación CE22 de recarga de tinta impresiona de entrada y esto -sin duda- se transforma en parte del producto que el usuario final obtiene. Una pantalla en el centro, sensible al tacto, muestra opciones de cartuchos y al escoger uno de ellos se desencadena un proceso que podría ser atendido por una persona sin ninguna experiencia previa con la máquina. La CE22 está equipada con un sistema de limpieza por rociado y bombas de extracción que limpian los cabezales y eliminan residuos antes de la recarga. Cuando esta funciona, con un proceso específico para cada tipo de cartucho (lo selecciona el sistema computarizado), se imprime una etiqueta con códigos de barra que se adhiere a la caja en la que se entrega el cartucho al cliente.
Todo esto dura unos pocos minutos y el cliente, que ve todo el proceso, se transforma en un difusor del sistema al obtener un resultado limpio, eficiente, amigable con el medio ambiente y -no menos importante- muy económico. La estación de recarga incluye software de control que registra su actividad y que puede consultarse desde cualquier lugar del mundo porque es posible conectarla a Internet. Toda el área de manejo de cartuchos es modular y actualizable de manera que nuevos modelos en el mercado modificarán un módulo -desmontable removiendo un par de pernos- pero no necesitarán el recambio de la estación completa.
Las referencias orientan y saber que Phoenix Ink cuenta entre sus clientes a Officemax o a Radio Shack, nos dice que no es un producto sin respaldo y que podríamos pensarlo como una opción para relanzar nuestro negocio con un área de servicios que incluya a la CE22.
Phoenix CE22, especificaciones:
- Sistema de recarga
semi-automática controlado
por computadora (CCRS) - Instrucciones paso a paso,
fáciles de seguir - Operación mediante
pantalla táctil - Múltiples cámaras de vaciado
y entrega de tinta - Impresión instantánea de
código de barras - Opción de instalación de
prueba de impresora - Atomizador para limpieza
de cabezales y bombas de
vaciado de alto poder - Estación de recarga fija
- Software de control de
ventas (POS) - Conexión Internet
- Diseño moderno, unidades de
almacenamiento y accesorios