Anton Wolfgang von Faber-Castell recibe importante distinción

Varias organizaciones que promueven las relaciones bilaterales entre Alemania y Brasil han coincidido en reconocer públicamente la actividad del Conde von Faber-Castell.

Anton von Faber-Castell tiene una particular relación con Brasil. Es conocido que ha desempeñado, de manera honoraria, el consulado de ese país. La actividad de su empresa en el gigante sudamericano es un recurrente ejemplo cuando se habla de prácticas empresarias que promueven la responsabilidad social. Su relación con quienes integran su empresa, para señalar un aspecto poco promovido, está validada por los lineamientos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y demuestra la búsqueda de la equidad que ha caracterizado al actual Conde y a sus ancestros, a lo largo de ocho generaciones. No hace falta extenderse en la tan conocida búsqueda de un desarrollo sustentable sin sacrificar el medio ambiente que ha hecho que esta empresa alemana sea reconocida en Brasil y en todo el mundo.

Por las razones señaladas, y por otras que sería largo enumerar, El “Conde”, como lo conocen en el mundo empresarial, ha recibido el reconocimiento de la convención de empresarios y políticos de Brasil y Alemania que se reunió en la ciudad de Colonia bajo el lema “Movilidad, recursos energéticos garantizados y protección del clima”. En esta reunión se le otorgó el título honorífico de Personalidad Germano-Brasileña del año, una distinción que también recibió Carlos Mariani Bittencourt, presidente del la comisión fiscalizadora de Participações do Nordeste (PIN) y presidente de la Asociación Brasileña de Industria Química (Abiquim).