La mochila escolar lleva ahora equipos electrónicos
26 de Agosto de 2010 - Noticias
El regreso a clases en el hemisferio norte muestra una tendencia que se afirma, progresivamente, en todo el mundo. Las mochilas escolares, portadoras en tiempos pasados de útiles tradicionales como cuadernos, lápices y bolígrafos, ahora contienen, principalmente, sofisticados equipos electrónicos.
Es tiempo de netbooks, mp3 players, pendrives, iPads, ereaders y otros equipos que, para la generación que creció con ellos, son objetos que no tienen nada de extraordinario. Los nacidos en medio del boom tecnológico -llamados nativos digitales por algunos sociólogos- no están obsesionados con la tecnología ni viven conectados, simplemente usan lo que tienen a la mano. Y al alcance de su manos están los tradicionales útiles pero también están los diferentes equipos que ya son parte de su crecimiento.
Esto está muy claro para Pixmania, un portal de ventas en línea presente en prácticamente toda Europa. “No es que los estudiantes ya no necesiten bolis, cuadernos y mochilas, los cuales, de hecho, también se pueden encontrar dentro de nuestro catálogo de productos, sino simplemente que la electrónica de consumo ha modificado nuestros hábitos de vida y, con ellos, los de estudio de nuestros hijos”, afirma con seguridad David Alves, responsable de Desarrollo de Negocio para el sur de Europa de Pixmania.com.
En plena eṕoca de regreso a clases, el producto mas demandado en el portal que referimos es un disco duro portátil (el Western Digital de 1.5 Terabytes). De los 10 artículos mas comprados 8 son equipos electrónicos. Estos números hablan por si mismos y nos muestran que, definitivamente, estamos en otra era. “Hoy, pendrives, impresoras, cartuchos de tinta y, por supuesto, los portátiles, son algunos de los artículos más demandados por las familias cuando empiezan a preparar la vuelta al cole de sus hijos”, confirma Alves.
La guerra de precios se centra ahora en equipos electrónicos y los oferentes tratan de captar lo mas posible de un presupuesto familiar que llega, en los hogares con mejores ingresos, a los 1.000 euros por niño. En nuestra región, un panorama como este -excluyendo los abultados presupuestos del norte- está a la vuelta de la esquina.