Las responsabilidades de un buen gerente
9 de Agosto de 2010 - Destacados

En tiempos de incertidumbres, cuando los despidos están a la orden del día, la gente va a trabajar con miedo, con ansiedad y con poco entusiasmo. Es entonces cuando la comunicación desde arriba, debe ser clara y tranquilizadora.
Un buen gerente debe tratar de mantener el entusiasmo de su gente en todo momento. Para eso se requiere comunicación persuasiva, precisa
y, sobre todo, auténtica.
Hay algunos principios prácticos que sirven como guía:
Ser honesto en todo momento:
A veces no se trata de engañar propiamente dicho, pero sí de confundir a la gente. Alguien dijo una vez: “Yo no mentí, sólo fui económico con la verdad”.
Las personas reconocen la falta de honestidad y la evasión ni bien la perciben. La sinceridad en un líder es un valor inestimableSi cometió un error, admítalo. Si fracasa, acéptelo.
Este tipo de conducta le ganará la confianza de su equipo.
Crea en lo que dice:
Si no está convencido de lo que dice los demás lo advertirán. Recuerde que su convicción y entusiasmo tendrá un fuerte impacto en quienes lo escuchan
En una oportunidad Dale Carnegie dijo: ‘Todo éxito que he tenido, lo he obtenido casi exclusivamente por mi entusiasmo’.
Conéctese con los oyentes:
Hábleles a quienes están escuchando. Trate de anticipar sus preocupaciones, temores y aspiraciones; particularmente si está apuntando a la posibilidad de un cambio mayor.
Mantenga un diálogo de doble vía:
Genere oportunidades de comunicación bidireccional Las discusiones de arriba hacia abajo no bastan. Acepte las opiniones, ideas, preguntas de todos los integrantes de su equipo.
Escríbalo:
Refuerce sus mensajes enviándolos en tantos formatos como le sea posible. Dígalo personalmente, por supuesto. Pero luego, reitere su mensaje en e-mails, newsletters, boletines, folletos, cartas informativas, videos, CDs, etc. Siempre que escriba algo, asegúrese que sea claro, coherente y preciso.
Mida lo que hace
Escuche cada respuesta.
Una de las mejores formas de evaluar si Usted está alcanzando sus objetivos de comunicación, es recibir una retroalimentación (feedback) frecuente de parte de sus interlocutores.
Escuche también, las conversaciones informales que se dan dentro de la organización.
Fuente: Mercado – Argentina