El yüan sería una nueva moneda internacional
17 de Diciembre de 2010 - Destacados
Tan novedosas son las operaciones extraterritoriales (offshore) con bonos en yüan que todavía no tienen nombre. Por ahora, se las llama “mercado en cocina”, aludiendo al esplendor culinario de Hongkong. Pero el segmento crece.
Pese a su infancia, se multiplica el interés mundial. Por ejemplo, Caterpillar (fabricante estadounidense de maquinaria pesada) acaba de emitir bonos chinos por mil millones de yüan, o sea US$ 150 millones. Tiempo antes, en agosto, McDonald’s había hecho punta con un monto similar.
¿Qué despierta tanto interés en estos títulos? Simple: el mercado offshore de yüan es mucho más que un nuevo canal para financiar o emitir deuda. Se trata de un componente central del programa para internacionalizar la moneda local y convertirla eventualmente en divisa, o sea unidad de reserva. Quizá de facto, como el yen japonés.
Por cierto, será un proceso lento, con más fases lentas que saltos rápidos. No existe, al respecto, seguridad de que el yüan renminbi –algo así como “moneda popular”- alcance eventualmente un papel mundial decisivo. Pero es probable que sí llegue a desempeñarse bien en comercio, finanzas y hasta geopolítica.
Si el plan funciona, la moneda china podría emplearse en negocios y transacciones. Su área “natural” abarcaría toda Asia (salvo Rusia), Sudamérica y zonas de África donde haya presencia china. Más tarde, sí, el yüan formará parte significativa del elenco estable de divisas en manos de bancos centrales. Por de pronto, algunos funcionarios chinos han solicitado al Fondo Monetario Internacional incluir al yüan en la canasta de principales divisas.
Hay señales y coincidencias nada gratuitas. Entre ellas, que la divisa china comience a globalizarse justo cuando el futuro del euro se torna incierto y el dólar no da señales claras. Dejando de lado “divisas viejas” como la esterlina o el franco suizo, no cabe descartar que EE.UU. mismo tenga alguna vez dificultades para hacer lo tradicional, o sea endeudarse en su propia divisa, cuyo mayor tenedor externo (acreedor, en realidad) es China.
En buena parte de Asia oriental ya lo llaman al yüan hongbi, “dólar rojo”. “Marchamos hacia una revolución financiera épica”, afirma Qu Hongbin, analista en la Hongkong & Shanghai Banking Corp., entidad líder en la promoción de negocios con esa moneda. “La economía mundial se desplaza lenta pero inexorablemente de los billetes verdes a los rojos”.
En varios sentidos, la sorpresa es cuán poco circula el yüan fuera de China, hoy segunda economía del mundo en producto bruto interno, aunque no en PB por habitante. Naturalmente el gobierno ha definido algunas condiciones para acelerar la internacionalización de la moneda. La primera, alentar el intercambio en yüan, expandiéndolo a acuerdos con todos los países con quienes comercia y a las veinte provincias chinas.
Fuente: Mercado – Argentina