Crece la presencia de India en América Latina
14 de Febrero de 2011 - Destacados
China está en todos los tinteros. De todos los récords batidos en 2010, uno de los más llamativos es el de inversión extranjera directa, que ha conseguido atraer más de 100.000 millones de dólares (73.200 millones de euros), una cifra inédita.
No es, sin embargo, la única economía emergente en llamar la atención: en América Latina, Brasil también ha conseguido atraer cerca de 48.000 millones de dólares, un hito igualmente asombroso. De hecho, el grueso de esa inversión vino de… China. Por primera vez, el gigante asiático se convierte en el mayor inversor directo en Brasil, por delante de cualquier otro país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con un monto de 17.000 millones (frente a los 300 millones de 2009).
Sin embargo, lo más llamativo quizás no sea sólo el auge de China en América Latina sino la creciente presencia de todo el continente asiático. Entre los gigantes que éste alberga destaca uno en especial: India. El elefante asiático también se lanzó hacia el mundo latino, como el dragón, en búsqueda de alimentos, minerales, y petróleo para sustentar su crecimiento. Las multinacionales indias están ahora iniciando inversiones en el continente.
Por ejemplo, la petrolera india OVL ha iniciado operaciones en Brasil, Venezuela y Cuba por montos superiores a 2.000 millones de dólares. Su competidora Bharat Petro Resources, por su parte, invirtió 280 millones en tierras brasileñas y otra compañía del sector, Reliance Industries, importó en 2010 un cuarto del crudo que consume desde América latina. Y no se trata sólo de petróleo. La azucarera Shree Renuka invirtió cerca de 600 millones en Brasil para diversificar sus fuentes de abastecimiento, convirtiéndose así en uno de los cinco principales productores de azúcar del país dirigido por Dilma Roussef. Por su parte, Jindal Steel & Power Ltd ya invirtió más de 3.000 millones de dólares en proyectos mineros en Latinoamérica.
En total, India ha invertido cerca de 10.000 millones de dólares en América Latina en el 2009. La relación comercial entre ambas ha aumentado en 18.000 millones durante la última década y, asimismo, algunas empresas latinoamericanas ya tienen acuerdos de cooperaciones con contrapartes indias, como es el caso de la brasileña Marcopolo, que produce autobuses con Tata Motors en el país del Ganges.
Esta progresiva amistad también deriva hacia sectores de mayor valor añadido, como por ejemplo la tecnología. Quizás América Latina debería mirar la experiencia india en Silicon Valley: no hay prácticamente una gran empresa del sector tecnológico en EEUU que no tenga un indio como jefe tecnológico o incluso consejero delegado. y, en todo caso, altos directivos indios. Reforzar las relaciones con los centros tecnológico mundiales como Palo Alto o Mumbai sería también una tarea estratégica de América Latina para insertarse en ese triángulo de oro que incluiría (soñar es gratis) también a Rio de Janeiro o a Santiago de Chile.
Fuente: Expansión