Crisis fiscal: Fuerte advertencia del FMI a Estados Unidos por su endeudamiento
30 de Junio de 2011 - Destacados
El preocupante diagnóstico -bastante menos optimista de lo que suele ser el presidente Barack Obama cuando habla del tema- se conoció en una tensa conferencia de prensa en la que el jefe interino del organismo, el norteamericano John Lipsky, le deseó “mucha suerte” a Lagarde, a quien dijo estar esperando con “muchas ansias”.
Lipsky, a quien la escandalosa renuncia del ex director Dominique Strauss-Kahn obligó a permanecer en su puesto más allá de lo que deseaba, calificó como “una buena noticia” la aprobación del plan de ajuste propuesto por el organismo en Grecia.
“La médula del programa es un ajuste estructural, concebido para atacar el problema de base de la economía griega, que es su falta de competitividad”, explicó Lipsky.
Casi al mismo tiempo en que admitía un respiro institucional por la suerte del programa, el economista, que fijó su nueva fecha de partida para noviembre, se despachó con un duro diagnóstico sobre la economía norteamericana y las graves consecuencias internacionales que podría implicar una nueva crisis.
Alertó en tal sentido sobre que tanto la rebaja de la deuda como un aumento repentino de los tipos de interés por mal desempeño fiscal tendrían repercusiones globales “considerables”, al tiempo que objetó como “insostenible” su dinámica de endeudamiento.
“El principal desafío de política económica consistirá en realizar un esfuerzo considerable y duradero de consolidación fiscal, garantizando al mismo tiempo que la recuperación aún frágil siga su curso”, indicó el FMI en su informe.
Entre los peores comentarios figura el que desestima la tan mentada aceleración de la actividad económica a partir del segundo semestre, que ahora empieza.
“El crecimiento seguirá siendo relativamente modesto, ya que la demanda privada se recuperará lentamente y se retirará el apoyo de la política presupuestaria”, disparó el informe y, con eso, puso en duda una de las principales esperanzas de Obama.
Otro de sus puntos críticos afirma que “todavía no se completó el proceso de saneamiento” bancario, con “un nivel de rentabilidad aún bajo y una tendencia a acumular activos de riesgo”, a lo que se suma el hecho de que el mercado hipotecario no se recupera y “depende, en gran medida, del apoyo gubernamental”.
El baldazo del FMI cayó en momentos en que el gobierno demócrata mantiene su pulso con la oposición republicana, que rechaza aumentar el techo de deuda del Estado, a menos que se instrumente, al mismo tiempo, un firme recorte del gasto.
Obama renovó ayer su advertencia respecto de que habrá “significativas e impredecibles consecuencias” si el Congreso no aprueba pronto una extensión del tope de deuda que permita al gobierno “pagar las cuentas”.
Previsiblemente, la llegada de Lagarde al FMI se producirá en medio de la escalada en el cruce entre republicanos y demócratas por ese asunto que tiene en jaque a la Casa Blanca, que espera que el Congreso finalmente apruebe la extensión del límite de endeudamiento hasta unos 14,3 billones de dólares antes de que llegue el ultimátum, con fecha límite del 2 de agosto. Por lo que se sabe, el FMI también espera que eso ocurra.
“No hay forma de evitar una extensión del tope de deuda”, era ayer el comentario en oficinas cercanas al organismo.
Fuente: El Once – Argentina