De Nockias y Blockberrys
16 de Junio de 2011 - Destacados
Con el boom de los teléfonos celulares inteligentes en el mundo, los mercados subterráneos han decidido participar de la fiesta introduciendo sus propios modelos.
Son menos inteligentes, pero mucho más baratos.
Y este año esta gama de productos -que rozan la piratería y la ilegalidad- distribuirán unos 250 millones de aparatos en varios países del mundo.
Y luego se preguntan por qué el mundo mira a China.
En los mercados subterráneos del gigante asiático -también conocidos como mercados grises o paralelos- abunda una mezcla de alta tecnología y componentes baratos.
Empresas legalmente establecidas fabrican chips con sofisticadas herramientas como las que se encuentran en algunos teléfonos inteligentes y los empaquetan en forma simple.
Ahí es donde entra la mágica mano del mercado subterráneo que produce componentes como antenas 3G y estuches altamente llamativos que son atractivos para los consumidores, a bajo precio.
El resultado son Nockias o Blockberrys que terminan inundando las calles.Cumplen con los mínimos deseos de sus usuarios, son baratos, aunque la calidad o el soporte técnico estén lejos del nivel de las empresas establecidas.
Fabricarlos cuesta cerca de US$20 y los venden por menos de US$90.
La ecuación así es casi perfecta. Lo único malo es que al gobierno chino no parece agradarle la idea de que este tipo de empresas no les paguen impuestos y ha comenzado una ofensiva para ponerles un alto.
Por algo a estos dispositivos se les conoce como “Shanzai”, cuya traducción del chino al español es “pueblo en las montañas”; un pueblo alejado del control del gobierno.
El negocio es fructífero. Cerca de 100 millones de estos dispositivos se venden en el mercado interno, mientras que unos 150 millones se exportan a otros países asiáticos, árabes y latinoamericanos.
Son un éxito -a pesar de su baja calidad- porque no todo el mundo puede pagar US$400 por un iPhone.
Datos de la empresa de análisis Gartner aseguran que entre el 10% y el 20% de los celulares del mundo son “Shanzai”.
Pero quizá -al menos en el mercado de productos electrónicos- sus días estén contados. Los fabricantes de móviles se han dado cuenta del gran apetito que existe por sus productos y están comenzando a reducir sus precios.
El “Shenzai”, sin embargo, parece haberse establecido como un meme. Ahí donde hay una imitación barata de cualquier producto o actividad cultural, existe un Shenzai.
Fuente: El Mostrador – Chile