El euro en peligro: el riesgo del default amenaza a Europa
15 de Julio de 2011 - Destacados
La crisis global que comenzó en el 2007–2008 vuelve a planear como un fantasma. Promete ahora una segunda fase. El diario The Wall Street Journal , príncipe del gran capitalismo, aseguró ayer que “los inversores están abandonando las posiciones europeas por la incapacidad de los líderes de la Unión de tener una aproximación coherente a la crisis griega, alimentando de tal manera el contagio de naciones grandes como Italia y España ”, la tercera y la cuarta economía del eurobloque, respectivamente.
Las pocas frases de alivio que circularon ayer por la mejoría de las Bolsas se disolvieron rápidamente. En la Eurozona, integrada por los 17 países que aceptan el euro como moneda única, predominaron las divergencias porque nadie sabe a ciencia cierta cómo afrontar la crisis.
En Estados Unidos, donde también crece el temor a un “crack” y donde la deuda pública alcanza al 100% de su inmenso PBI y el déficit fiscal ha llegado al 10%, ayer los miedos se concentraban en la itálica península.
“El miedo italiano conmueve a los mercados” , tituló grande el diario de Wall Street.
Francia exige una reunión cumbre extraordinaria, si es posible para mañana mismo, para demostrar que hay comando y tranquilizar así a los mercados. Pero Alemania, la primera economía europea, no muestra el menor entusiasmo en seguir a los franceses. “No hay un proyecto concreto de cumbre”, dijo un vocero germano.
Francia señala con los dedos de las dos manos que existe un peligro concreto de contagio de la crisis griega (que ya involucra a Irlanda y Portugal, que también están fundidos), a Italia y España, que solos representan el 28% de la zona del euro.
Afuera de la eurozona queda Gran Bretaña, que prefiere la libra esterlina al euro. Hasta hace poco, muchos analistas de la City financiera de Londres consideraban que, gracias al espléndido aislamiento, el país estaba razonablemente al reparo del desastre. Pero ayer el ministro de Finanzas británico, George Osborne, puso las cosas en su sitio y dijo que Gran Bretaña “no es inmune” a la crisis y se unió de tal manera a los temores de que por el virus de la crisis se contagie de Italia y España.
Un escollo gigantesco enfrenta a los líderes europeos. Alemania, Holanda, Austria y Finlandia reclaman que los bancos acreedores de Grecia hagan contribuciones y acepten una quita voluntaria. Así lo reclaman las opiniones públicas de esos países que no quieren que sus estados pongan más dinero en salvatajes. Pero el Banco Central Europeo, Francia y los países con graves dificultades temen que esta “apertura” a los bancos privados propague la crisis. Y además está el problema de las agencias calificadoras de riesgo, que aseguran que tomarán como un default cualquier reprogramación de deuda, ya sea a través de una quita voluntaria o de una obligatoria. Si eso ocurre, afirman los analistas, el sistema financiero podría entrar en colapso.
Hasta ayer, los mercados estaban calmados en medio de fuertes rumores de que el Banco Central Europeo estaba comprando deuda de Madrid, Roma y Atenas. La información era especulativa porque el BCE tiene prohibido informar de sus operaciones, aunque los mercados contaban sin embargo con esa garantía.
Pese a ello, Mario Draghi, gobernador de la Banca de Italia y futuro presidente del BCE, alimentó a los pesimistas al advertir ayer que “la solvencia de los Estados soberanos no debe darse por hecho, sino que debe ganarse en el terreno con un crecimiento alto y sostenido, que sólo es posible con unas cuentas públicas en orden ”.Adiós a los que dicen aún que hay que enfatizar el crecimiento para salir del pantano.
Estas polémicas ponen en serias dudas el éxito de una nueva fase de ayuda a Grecia, extendiendo un púdico velo sobre la realidad de la bancarrota helénica, que pondrá al euro entre la vida y la muerte por el contagio a los otros países en crisis. La realidad más profunda enseña que las condiciones de descalabro del sistema bancario –que hicieron estallar la crisis global en 2008 con la bancarrota de Lehman Brothers– se están recreando en EE.UU. pero más en Europa .
El miedo y la desconfianza han tomado la delantera. En Italia se anunció ayer un alivio. La oposición aceptó no hacer obstruccionismo en el Parlamento y dejar que se apruebe el plan de austeridad aunque votará en contra. Dios dirá si el plan funcionará. Por ahora prevalece un diabólico escepticismo.
Fuente: Ieco-Clarín / Argentina