El ocaso de Sears
2 de Enero de 2012 - Destacados
La llegada del Año Nuevo no fue con sonrisas y papel picado para los empleados de los 79 locales de las grandes cadenas Sears y Kmart que se enteraron, horas antes de las doce campanadas, de que perderán sus puestos de trabajo dentro de pocas semanas.
Víctima de la impiadosa montaña rusa capitalista que se activó en Estados Unidos tras la crisis financiera del 2008 y la recesión, Sears –una de las cadenas minoristas más famosas del país–, anunció el cierre de entre 100 y 120 de sus locales y de su subsidiaria Kmart, bajo el peso de una decepcionante temporada de ventas navideñas y de la creciente competencia de las compras online .
En su “lista preliminar” de los 79 locales que ya recibieron su notificación de cierre figuran entre otras once en el estado de Florida y otras en Ohio, Michigan y Georgia.
La corporación Sears –con base en las afueras de Chicago– dijo que espera recolectar entre 140 y 170 millones de dólares rápidamente con la venta de los inventarios de esos locales, que no se repondrán.
Queda por verse cuántos empleados serán despedidos .
Sears y Kmart vienen de marcar una caída del 5,2% en sus ventas en las dos semanas previas al 25 de diciembre, un fuerte contraste con el moderado auge de las ventas navideñas que vivió el país.
“Dado nuestro desempeño y el difícil ambiente económico –dijo en un comunicado el director ejecutivo de la corporación, Lou D’Ambrosio–, tenemos intenciones de implementar acciones para reducir nuestros gastos, ajustar nuestra base de activos y acelerar la transformación de nuestro modelo de hacer negocios”.
Ni Sears ni Kmart –que se fusionaron en 2005 para crear una cadena de casi 4.000 locales– lograron capitalizar el “veranito” de ventas que explotó en EE.UU. en las últimas semanas de 2011. El volumen de negocios entre los minoristas fue tan grande que la National Retail Federation (NRF), que reúne a este tipo de cadenas, tuvo que revisar hacia arriba sus proyecciones y anunció que se espera un alza del 3,8% en las ventas respecto del mismo período de 2010. La NRF dijo que espera que se hayan gastado un récord de 469.100 millones de dólares en esta temporada de fiestas.
Con los cinturones todavía apretados, los estadounidenses son cada vez más precavidos en la forma en que gastan su escaso dinero, y esa es una de las razones de la caída de Sears. Una porción creciente de los consumidores hace ya sus compras online , donde muchas veces se consiguen mejores precios, y para las fiestas gastaron unos 32.000 millones de dólares, un 15% más que en 2010, y cerca de un 10% del total nacional.
En el camino quedaron también otros príncipes de los últimos años de oro de los comercios de “ladrillo y cemento”, como la librería Border’s, la cadena de alquiler de videos Blockbuster y la megatienda de productos de descuento Filene’s.
Fuente: Clarin – Argentina