En las empresas de familia no todo queda en casa
18 de Noviembre de 2012 - Destacados
Las empresas de origen familiar son en la mayoría de los países del mundo, y a través del tiempo, la célula de la formación industrial o económica de los pueblos.
Estas siguen siendo un foco importante de progreso en los pueblos latinoamericanos.
“Cuando se habla de que en Colombia hay más de 520.000 mil empresas familiares, esa es una cifra que refleja lo que son las pymes y las mipymes y, de que su trabajo sigue ligado al compromiso con el desarrollo del país y, en definitiva, sus raíces son familiares”, dice Francisco Cubillos, coordinador del programa de Administración de Empresas de la Universidad del Rosario.
Sin embargo, cada vez son más y, casi con seguridad, las que logran pasar de una generación a otra, aquellas que han abierto su pensamiento y entendido que se debe contar en la dirección con los líderes idóneos, capacitados y futuristas, que logren proyectar negocios, innovar y llevar a otro nivel sus organizaciones, cuidando los capitales de herencia y los que han sido el fruto de manejos equilibrados y estructurados de empíricos emprendedores y directivos.
“A lo largo de mi trabajo y del estudio del tema que me apasiona, he logrado identificar esos ’secretos’ que hacen que en otros países, por supuesto, con más años de existencia, como Japón, Alemania o Francia, se encuentren cifras significativas de empresas muy lóngevas y de estructura e historia familiar.
“En Japón hay empresas que superan los 1.000 años y unas 50.000 con más de 100 años, mientras que en Alemania, por ejemplo, se pueden encontrar unas 3.000 empresas de más de 200 años.
Pero, en Colombia, creo que nos sobran los dedos de la mano para contar las empresas que llegan a los 100 años”, explica Raúl Serebrenik, asesor para empresas familiares y patrimoniales.
¿Pero qué hace que estas empresas logren superar las dos primeras generaciones?
Para Cubillos, en los directivos de empresas que han superado la prueba de las dos generaciones existe una absoluta claridad frente a las competencias.
“Estas empresas han mantenido una indeclinable disciplina institucional en términos de su imagen, en su valor y tradición, lo que de alguna manera es el reflejo de sus mismos dueños y unas reglas de juego en los procesos de sucesión, en las que evidentemente ahí hay una transferencia de responsabilidades o una trayectoria y una visión muy definida de esas empresas, lo que las hace muy fuertes, admiradas y reconocidas”, puntualiza el docente.
Por su parte, Serebrenik dice que “la empresa familiar no ha perdido vigencia (…) por el contrario, en las crisis de Europa y en la de Estados Unidos, las que menos perdieron fueron las empresas de familia, porque su doliente es la cabeza del negocio y en materia de gobernabilidad son líderes”.
Así las cosas, es claro que los clanes empresariales siguen y que su tarea es fortalecerse, pero se necesita un cambio de estrategia tanto en la familia como en el manejo de la empresa y del patrimonio, por lo que es importante que las juntas cambien su pensamiento y se abran a la modernidad y la innovación.
¿Como se dan las dinastías?
Los expertos sostienen que pueden ser varios los factores que hacen posible que un porcentaje, no muy alto, de las empresas del tipo familiar, trasciendan y se conviertan en emporios económicos de gran calado en la sociedad.
Unos hablan de unos aspectos que son inherentes a las relaciones familiares como lo son “un tema de una excelente comunicación entre ellos, que les permiten tomar decisiones estratégicas y, resolver conflictos, pues no niegan que los tienen pero saben resolverlos.
Esa misma comunicación les da la capacidad de encontrar soluciones y trabajar en equipo con un compromiso muy profundo con el legado familiar. Otros elementos, más actuales, son la innovación y el emprendimiento.
Formación y tecnología, el paso a la innovación
De líderes con alto grado de preparación y conocimiento de los sectores depende el futuro de las empresas.
“Uno de los grandes problemas que se presentan en las empresas familiares es encontrar el cómo retener o conseguir el talento necesario, que esté por fuera de la familia, lo cual es fundamental si las empresas pretenden crecer, por lo que tendrán que apoyarse en profesionales idóneos y no podemos pretender que todo lo hagan los integrantes de la familia, aunque esto compita con ese nepotismo familiar”, dice Raúl Serebrenik.
Ahora, indica el especialista, la misma familia debe profesionalizarse, y que en sus compañías trabajen las personas capacitadas, “independientemente de si pertenecen o no al conjunto familiar.
Es más, si tenemos en la empresa a un integrante que no cumple con el perfil del cargo, lo que tenemos es a un incompetente”.
Para Serebrenik, las empresas exitosas de este tipo se destacan porque en ellas hay un alto grado de profesionalismo de los miembros de la familia en los cargos directivos.
Así, el tema de la formación profesional y las capacidades relacionadas con el objeto del negocio o el servicio que presta la empresa es clave en su futuro.
Precisamente, ya son muchos los seminarios y talleres que abordan el tema de creación de líderes empresariales del ámbito familiar.
Uno de ellos, próximo a celebrarse, es el de ‘Formación de Propietarios en la Empresa Familiar’, que cuenta con más de 20 conferencistas, varios de ellos internacionales, a realizarse en Bogotá del 26 al 29 de noviembre.
Autora: Astrid López Arias Fuente: Portafolio – Colombia