Cofundadores de Officenet lanzan la primera “fábrica” de empresas de Latinoamérica

25 de Marzo de 2013 - Destacados

Andy Freire, cofundador de Officenet

De acuerdo a las mediciones que se hacen internacionalmente a través del Global Entepreneurship Monitor, Latinoamérica lidera en el mundo en vocación emprendedora y en nacimiento de nuevas empresas, pero está anteúltimo en el mundo, solo por encima de África, en las tasas de éxito.

“Tenemos un enorme potencial, pero toda esa pasión está mal orientada y termina produciendo fracasos en lugar de éxitos”, lamentó el empresario argentino Santiago Bilinkis al ser consultado por Café & Negocios Emprendedores sobre su nuevo proyecto.

Bilinkis, junto a Andy Freire y Pablo Simón Casarino –exsocios en la exitosa Officenet que fue adquirida por la estadounidense Staples–, volvieron a emprender con Quasar Ventures, un proyecto que buscará contribuir a solucionar algunos de los problemas del ecosistema emprendedor latinoamericano.

Bilinkis explicó que cuando se comienza a diagnosticar el porqué de tantos fracasos empresariales, surgen múltiples razones: “tiene que ver con no elegir de manera adecuada las oportunidades de negocio antes de arrancar, con la falta de preparación para el gerenciamiento de los proyectos y con la falta de preparación para la búsqueda de capital”.

Un apoyo nuevo

Cuando hace dos años Bilinkis creó junto a Freire y otros dos socios más jóvenes la compañía Restorando –un sitio de reservas online–, descubrió que la combinación de nueva energía y experiencia funcionaba muy bien. “Pensamos que a lo mejor esa es la receta que hay que intentar”, indicó Bilinkis.

Poner al lado de los emprendedores jóvenes a emprendedores más veteranos que los acompañen, que brinden capital semilla, que los ayuden a conseguir inversores y que les transfieran reputación, es el objetivo de Quasar.

Un modelo diferente

Quasar destinará, según Bilinkis, “cabeza, recursos e investigación” a identificar buenas oportunidades de negocio y a los emprendedores más talentosos de la región.

Al encontrar una buena idea y un grupo de emprendedores con mucho potencial, la empresa apostará por juntarlos para arrancar una nueva compañía. Quasar le proveerá además el capital inicial, gerenciamiento en las etapas más tempranas y los ayudará a seguir levantando capital en el momento que la empresa lo necesite.

Hay dos diferencias grandes con el otro modelo de apoyo más común, que es el de las incubadoras. Una es que Quasar parte antes. Mientras la incubadora apoya una empresa ya nacida y la pone en un entorno más favorable para ayudarla a prosperar, la nueva compañía argentina comienza su trabajo desde la concepción misma de la oportunidad de negocio y en general proveerá las ideas a los equipos emprendedores. La otra diferencia importante es que las incubadoras normalmente toman entre 20 y 30 empresas por año, mientras Quasam se enfocará entre tres o cuatro proyectos. Eso, explicó Bilinkis, les permitirá ser muy selectivos a la hora de elegir los mejores emprendedores y las mejores ideas.

“El foco que le podés poner a cada empresa en una incubadora es bastante limitado. Una incubadora tiene poca participación accionaria en su grupo de empresas y ayuda un poco a todas. Nosotros tomamos una participación accionaria más importante en el proyecto porque partimos de la gestación, pero al mismo tiempo tenemos muchísimo más que ganar o que perder que la incubadora en el éxito de cada proyecto individual”, planteó Bilinkis.

Company builder

La participación accionaria de Quasar en cada compañía creada será de 45%. “Por un lado aportamos el capital semilla y por otro lado tenemos que lograr levantar capital a una valuación superior a US$ 1 millón, si eso se cumple; en ese caso nos quedamos con el 45% del paquete accionario y el emprendedor con el 55%”, explicó Bilinkis. Esta forma de trabajo responde al modelo de “company builder”, que ya está funcionado en algunos lugares del mundo, aunque aún se trata de un concepto muy nuevo.

Quasar comenzó a trabajar a comienzos de enero y fue recientemente lanzada de manera oficial. Levantó US$ 5.4 millones del fondo de inversión de Silicon Valley Emergence Capital Partners. El proyecto se encuentra bastante próximo a lanzar la primera compañía y tiene una más en camino.

Bilinkis explicó que esta iniciativa busca construir los MercadoLibre, Officenet, Globant y Despegar de esta década.

“Por alguna razón, todas esas empresas fueron fundadas a fines de los 90 o en el 2000. Pero, pese al enorme ímpetu emprendedor, los últimos diez años casi no se han producido compañías comparables a estas. Con Andy y Pablo creemos que este modelo de ‘company builder’ es complementario a las incubadoras y los Venture Capital y puede seguir ayudando a destrabar los problemas del ecosistema emprendedor actual”, explicó Bilinkis.

Fuente: El Observador – Uruguay

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