De acuerdo al BID, el crecimiento de Latinoamérica podría acelerarse o frenarse dependiendo de EEUU y de China
2 de Abril de 2014 - Destacados
El organismo no descarta que una brusca alza en las tasas de interés de la Reserva Federal provoque una “parada súbita”, como denomina a una abrupta salida de capitales desde la región.
Estados Unidos está recuperando su dinamismo. A medida que la mayor economía el mundo cobra fuerza, las perspectivas para el resto del planeta mejoran. El crecimiento de Latinoamérica se acercará a su potencial en torno a 3,0% en 2014 y 3,3% en 2015. Ese es el escenario base que maneja el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en su último reporte.
Sin embargo, pese a estas auspiciosas perspectivas, el organismo advierte que los riesgos para sus proyecciones también han ido aumentando, tanto al alza como a la baja. Por eso, su informe “La Recuperación Global y la Normalización Monetaria”, incluye escenarios muy disímiles para la región, que van desde un salto en el crecimiento a 6%, hasta una baja en el ritmo de expansión a 1,5%, para 2015.
El principal riesgo al alza es que la recuperación de EEUU resulte más firme de lo esperado, a medida que las restricciones fiscales disminuyen, suben los precios de las viviendas y mejoran los balances de los hogares.
Sin embargo, si la potencia experimenta un rápido repunte, el retiro de estímulo y las subidas de tasas de interés podrían adelantarse. Para los países emergentes, esto se traduciría en bruscas caídas en los precios de los activos y depreciaciones de las monedas, además de salidas de capitales. De hecho, el organismo advierte sobre una posible “parada súbita”, como se denomina a una fuga de capitales de al menos dos desviaciones estándar.
El segundo riesgo a la baja es que la desaceleración de China sea más fuerte de lo anticipado.
Golpe combinado
La proyección base del BID contempla que el crecimiento de EEUU tomará impulso desde el 1,9% del año pasado a 2,8% en 2014 y 3,5% para 2016. Para China, en tanto, pronostica un crecimiento de 7,5% este año y 7,0% para 2016.
Un primer escenario alternativo considera que el crecimiento de EEUU repunte a 4,0% para 2015. Si a eso se suma una suave normalización de la política monetaria, el crecimiento de la región podría llegar a hasta 6% el próximo año.
Pero si la recuperación de la mayor economía mundial va acompañada por una brusca alza de tasas, el crecimiento de la región caería a apenas 2,0% en 2014.
La tercera hipótesis contempla que el crecimiento de China se frene a 5,3% en 2013. Si ese fuera el caso, la región podría ver una anémica expansión de 1,5% el próximo año.
Si estos tres cuadros se dieran de forma simultánea, dice el reporte, el impacto inicial sería negativo en términos netos, aunque luego volvería a tender hacia las proyecciones de base. Sin embargo, el efecto sería distinto para cada uno de los países de la región. Para México, por ejemplo, que tiene un intenso comercio con EEUU y que compite con China en los mercados internacionales, el efecto combinado tendría un saldo neto positivo, mientras que para países como Chile y Brasil, el resultado final sería negativo. Chile, que bajo el escenario base crecería a una tasa promedio de 4,5% entre 2014 y 2016, se frenaría a 4,1% bajo los efectos de un shock combinado.
Fuente: Diario Financiero