Para la OCDE, Latinoamérica enfrenta una fase decisiva para impulsar su desarrollo
10 de Julio de 2014 - Destacados
“Hay que aprovechar la desaceleración de los motores externos para poder llevar a cabo una oleada regional de reformas de gran calado para construir economías más resistentes, más inclusivas y más sustentables”, señaló el titular de la OCDE durante la apertura del Foro Económico Internacional de América Latina y el Caribe, realizado en París.
El representante de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) recordó que tras “una de las fases de expansión económica más importantes de su historia”, con una tasa de crecimiento del 5% en los últimos años, se espera que el avance se ubique este año entre el 2 y el 2,5 por ciento.
“Los vientos están cambiando para la región”, dijo Gurría, según el cual una parte importante de el alza estuvo basada en factores externos y coyunturales, como el crecimiento acelerado de las importaciones de China o la entrada de inversiones de corto plazo, que “hoy han cambiado y generan un mayor nivel de incertidumbre”.
El representante de la OCDE consideró que “urge” mejorar la productividad, terminar con la informalidad o rebajarla, y reducir “significativamente” la desigualdad, en una región que “no es la más pobre del mundo, pero sí la más desigual”.
“Con el crecimiento más moderado los progresos en materia de desigualdad y lucha contra la pobreza están claramente sujetos a mayor dificultad”, añadió Gurría, quien subrayó como esencial el hecho de establecer políticas educativas y de capacitación que se adecúen a las necesidades del mercado laboral.
El titular de la OCDE recordó que se dan en la zona niveles de informalidad “preocupantes”, del 55%, “lo que significa que 130 millones de personas no están inscritas en programas de seguridad social, y son vulnerables ante la pérdida de empleo o la enfermedad”.
Gurría apostó por fortalecer los sistemas fiscales, mejorar las infraestructuras de transporte y la eficiencia de los procesos aduaneros, y desarrollar una política logística integrada como respuestas para el futuro.
“Tenemos una oportunidad entre 2012 y 2015, cuando 14 países latinoamericanos habrán realizado elecciones. En el pasado habríamos dicho que son elementos de inestabilidad y turbulencia, pero hoy -concluyó- son motivo de legitimación de los mandatos para llevar a cabo estas tareas”.
Fuente: Infobae