Mas allá de la desaceleración, un prometedor futuro para el sector

El año que terminó nos deja -si nos dejamos impresionar por algunos indicadores- un incierto panorama económico global. La desaceleración en los países emergentes y la caída en los precios del crudo estaban, sin embargo, dentro de lo previsible. Ya a fines de 2013 se pensaba que la época de bonanza en los países exportadores de commodities estaba terminando y que la menor demanda de materia prima, junto al progresivo cese del estímulo de la Reserva Federal norteamericana, hacían pensar que el crecimiento en nuestra región no superaría los 3.5 puntos en promedio para el 2014.

Estamos, para decirlo en otras palabras, dentro de uno de los posibles escenarios para este tiempo, y lo previsible no espanta ni inversiones ni proyectos que se están ejecutando. Nuestro sector en particular no ha detenido su desarrollo y se adapta -cual ser vivo- a las nuevas condiciones. Y esto no es ingenuo optimismo, está avalado por estudios como el GIA Global Report on Stationery Products Markets, una investigación que prevé un crecimiento progresivo del sector y que lo dimensiona en 170.000 millones de dólares para el año 2020, con un particular protagonismo de Latinoamérica y los países emergentes.

Hay quienes podrían aceptar que lo recién afirmado es posible pero con una progresiva renovación en la oferta, incorporando nuevas familias que incluyen a los ya afirmados artículos electrónicos y a las prometedoras categorías de limpieza y saneamiento (jan-san) y también los llamados break-products. Si bien esto es cierto -y es saludable pensar en refrescar nuestros portafolios- no es menos cierto que los productos tradicionales gozan de buena salud. Las ventas de lápices y bolígrafos, por ejemplo, a pesar de la revolución de los dispositivos móviles crecieron 4% y 4.9% en el último año, conformando mercados que llegan a los U$ 2.700 millones en el caso de los primeros y de U$ 8.500 millones en los segundos. Faber-Castell, una empresa varias veces centenaria, obtiene un 30% de sus ingresos de los tradicionales lápices. La oficina sin papeles ya llegó, no lo dudamos, pero es un largo proceso que recién comienza, como lo muestran los números que acabamos de citar.

Podríamos seguir enumerando indicadores, por ejemplo los del desarrollo del retail librero-papelero en la región, que confirmarían la hipótesis de que estamos desarrollando un sector vigoroso. El retail es un tema que por su importancia merece un cuidadoso, extenso y particular análisis. Arriesgamos, sin embargo, que los cambios que se darán en su dinámica -con el ecommerce creciendo y la búsqueda de nuevas experiencias por parte de los shoppers- serán mas importantes en el futuro que la misma conformación de la oferta.

Confiamos en estar comenzando un importante período, asumiendo la complejidad del momento como un desafío. Confiamos también en el sector y en su particular dinamismo y seguiremos plasmando en nuestras páginas su movimiento. En este año especial para nuestra publicación, en el que presentaremos la décima edición consecutiva de nuestro Marketplace en Miami, les deseamos todo el crecimiento que puedan imaginar. Un buen 2015 para todos.

Daniel Millan – Director El Papel digital