Supermercado alemán elimina todos los empaques
28 de Enero de 2015 - Destacados
En Berlín, ciudad europea que puede presumir de ser cuna de todo tipo de vanguardias, funciona desde el pasado verano el único supermercado del mundo que ha prescindido al 100% de los embalajes. Original Unverpackt (Embalaje Original) es el proyecto de dos jóvenes emprendedoras, Milena Glimbovski y Sara Wolf, que han decidido apostar por conceptos como el de ‘basura cero’ y ’slow food’.
Materializaron su sueño gracias a una web de microfinanciación y se han convertido en abanderadas de las bondades de la venta a granel de todo tipo de productos.
Enormes expendedores
La propuesta es sencilla: todos los productos a la venta en Original Unverpackt están disponibles en enormes expendedores de los que los clientes pueden coger las cantidades exactas que desean y llevárselas en recipientes que habrían traído de sus propias casas. De este modo, según Glimbovski y Wof, no sólo no se generan residuos de ‘packaging’, sino que además se consume de forma mucho más responsable, adquiriendo sólo lo que se necesita.
Con este modus operandi no hace falta aclarar que las marcas de producción industrial quedan fuera de los lineales de este supermercado y que la propuesta llega de la mano de una apuesta por los pequeños productores locales, los alimentos de calidad, la sostenibilidad… Por supuesto, la ausencia de envoltorios no quiere decir que desaparezca toda la información sobre las características, composición y procedencia de lo adquirido al peso. Todo ello queda recogido en los expendedores. Además, las propietarias de Original Unverpackt aseguran que sus instalaciones han sido construidas en colaboración -y con asesoramiento- de las autoridades sanitarias correspondientes.
La revolución en la experiencia de compra de este supermercado también pasa por prescindir de cualquiera de las técnicas básicas de marketing empleadas por otras superficies comerciales, diseñadas para inducir a la compra mediante -entre otros recursos- la agresividad de los neones y los mensajes y diseños de los envoltorios. Y es que las promotoras de Original Unverpackt abogan por recuperar el placer por llenar la cesta de la compra. ¿Alguien recuerda la sensación de hundir una pala vacía en la montaña de legumbres que contenían sacos y capazos de antiguos ultramarinos de barrio?
Fuente: El Economista