La economía mundial estará marcada por la mediocridad

Ya lo advirtió el pasado octubre la propia directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, la economía global se enfrenta en estos momentos a una nueva era marcada por la mediocridad, con un lento crecimiento y presiones deflacionistas. Para los expertos de Roubini Global Economics, esta situación es “una realidad” producto de una combinación de fallo.

Entre ellos destaca la incapacidad de los políticos de conseguir restaurar la producción y el empleo hasta sus niveles potenciales. A medio plazo, tanto el sector público como el privado no están invirtiendo lo suficiente en innovación para mejorar la expansión y la distribución del PIB.

A ello habría que sumar las tensiones geopolíticas, tanto la renovada incertidumbre en Grecia como el impacto positivo de los precios del crudo, evidencian un futuro a medio plazo bastante endeble que ha hundido la rentabilidad de los bonos y la inflación.

La divergencia entre la mayoría de los bancos centrales mantendrá al dólar en una tendencia alcista, particularmente en su cambio con el euro, el yen y divisas ligadas a las materias primas como el dólar canadiense y australiano. Dentro del mercado de renta fija, la rentabilidad de los bonos a largo plazo ha caído en lo que llevamos de año entre 25 y 50 puntos básicos. Esta tendencia debe de cambiar y esta rentabilidad crecerá pero muy gradualmente, especialmente en EEUU.

Entre las economías emergentes y desarrolladas donde los tipos de interés no están ya en el cero por ciento, hemos visto rebajas en los tipos de interés que ha generado una devaluación de sus respectivas divisas. Al mismo tiempo el riesgo crediticio ha aumentado dada la volatilidad del crudo mientras la renta variable mundial podría sufrir el impacto de la depreciación de las divisas.

Fuente: El Economista