La economía mundial sufre su mayor frenazo en casi dos décadas
22 de Mayo de 2015 - Destacados
Pese al bombeo de los bancos centrales de medio mundo, con el Banco Central Europeo y el Banco de Japón engullendo bonos soberanos y la Reserva Federal habiendo hecho lo propio hasta engordar su balance al equivalente combinado del PIB español y francés, el arranque de año ha sido más bien decepcionante. Una travesía que muchos esperaban iba a estar embelesada por la caída en el precio del crudo y su efecto en el consumidor de los países importadores de petróleo.
Sin embargo, ni los estadounidenses ni otros ciudadanos a lo largo del planeta parecen haber ejercitado sus carteras, en un momento en que el Fondo Monetario Internacional proyecta que el abaratamiento del oro negro, cuyos precios comienzan a estabilizarse, podría sumar hasta 0,7 puntos porcentuales a la economía global este año. Dicho esto, las ventas minoristas a nivel mundial comenzaron a estancarse en el mes de marzo y parecen haber contagiado su atonía hasta el arranque del segundo trimestre del año.
“Estamos bastante confundidos ante la extrema debilidad del gasto del consumidor dado que los fundamentos del empleo, la riqueza, los tipos de interés son fuertes, además del colapso en los precios del petróleo”, señala David Hensley, economista de J.P. Morgan al señalar que las ventas minoristas sólo subieron un 1,3% anualizado en los tres primeros meses del año.
De hecho, según sus cálculos y los de su equipo, la economía mundial sólo avanzó un 1,1% con respecto al anterior trimestre entre enero y marzo de 2015. Para hacernos una idea del frenazo que sufre la actividad económica debemos tener en cuenta que este es el menor ritmo de crecimiento en casi 20 años, si dejamos de lado las recesiones experimentadas durante este periodo de tiempo.
Un parón liderado por EEUU, cuya divergencia con el resto de economías avanzadas parece haber quedado en una simple anécdota. Hensley estima que la segunda revisión del crecimiento estadounidense en el primer trimestre del año registrará una contracción del 1,1%. Otros, como su colega en Goldman Sachs, Jay Hatzius, pronostican un crecimiento negativo del 0,8%.
Pero el letargo económico mundial no sólo llega de la mano de EEUU, donde la Reserva Federal se prepara para subir los tipos de interés por primera vez en nueve años, sino también de los países emergentes, cuyo crecimiento estimado se situó en el 2,1% en el primer trimestre. En este contexto, donde sólo la eurozona y Japón parecen haberse contagiado, con el Viejo Continente avanzando un 1,6% y el país del Sol Naciente dirigido hacia un avance superior al 1,5% según las previsiones, muchos se preguntan cuándo llegará el esperado repunte.
El rebote está cerca
Desde J.P. Morgan aseguran que hay 3 factores que aventuran que este rebote está cerca. En primer lugar están Japón y la Eurozona, cuyo comportamiento hace indicar que estas dos regiones crecerán más rápido de lo previsto en el conjunto del año. Al mismo tiempo, se espera que EEUU regrese a la senda del crecimiento del 2% o el 3% en un momento en que el dólar pierde algo de impulso, el crudo se estabiliza y se digieren los daños colaterales de la huelga el año pasado en el puerto de Long Beach, California.
Aún así, la proyección de la Fed de Atlanta, a través de su GDPNow, indica que, en estos momentos, la economía de EEUU crece un 0,7%. Malos augurios a un lado, el tercer catalizador está en las políticas que Pekín implementa para estimular su expansión y evitar que la segunda mayor economía del mundo se desvíe de sus objetivos de crecimiento.
Fuente: El Economista