Crece en Latinoamérica Shippify, el Uber de los envíos
8 de Enero de 2016 - Destacados
Shippify, “Uber de los envíos”, propone un modelo innovador y disruptivo de logística, basado en la economía compartida, que optimiza recursos de tiempo y dinero. Opera en varias ciudades de América Latina y tiene previsto desembarcar en la Argentina durante este año.
Como parte de los cambios de los nuevos tiempos que corren, el auge del shareconomy (economía compartida) se vale de las herramientas que proveen la tecnología para plantear nuevos modelos de negocios. Las soluciones que aparecen suelen ser tan eficientes que acaban por poner en jaque a grandes compañías que operan de modo más tradicional. Una de las grandes ventajas es que, al eliminar intermediarios, se bajan los costos por un igual o mejor servicio. Valgan los ejemplos de Airbnb, en hotelería, o Uber, en movilidad, entre tantos otros.
En esta nueva tendencia es que nace Shippify, una empresa creada por jóvenes ecuatorianos que causa ruido en América Latina. La idea consiste en brindar un servicio mucho más veloz para distribuir las compras que se realizan online. Así, en lugar de tener que esperar 3 ó 5 días para recibir la mercadería, Shippify promete no superar las 24 horas, y ya ha conseguido reducir el tiempo de las entregas a un promedio de sólo 3 horas. El sistema funciona básicamente de la siguiente manera: la plataforma tiene una app a la que acceden tiendas registradas y verificadas de comercio electrónico para que sus ventas sean distribuidas. Al igual que Uber, no tiene un solo automóvil de su propiedad, pero en cambio, posee una red de personas verificadas y capacitadas por la empresa, dispuestas a brindar el servicio. Los llamados “shippers” aprovechan un viaje propio para llevar los envíos y generar así un ingreso extra. Esto permite atacar lo que en economía se llama “capital muerto”, que es una de las grandes deficiencias de la economía actual.
“Con Shippify ofrecemos un modelo innovador y disruptivo que brindar a las personas la oportunidad de ser dueñas de su tiempo y ser sus propios jefes”
Las ventajas son para todos y de todo tipo: medioambientales, reducción de tráfico, optimización del tiempo, mayor rapidez en los envíos de compras de comercio electrónico y el beneficio económico para los shippers. Como explica Miguel Torres, uno de los fundadores de Shippify: “permitimos que cuando vayas al trabajo o a buscar a tus hijos, actives la aplicación para que se sepa que estás disponible y en qué trayecto, lo mismo cuando regresas a tu casa, puedes hacer una entrega y utilizar la capacidad ociosa del maletero de tu auto vacío, de tu moto o tu bicicleta. Shippify te da la oportunidad de optimizar tus recursos, sin trabajar exclusivamente para la empresa y disminuyendo las pérdidas de movilizarte con espacio ocioso en tu vehículo.”
Como suele ocurrir en estos casos, quienes siempre fueron los zares del negocio, reaccionan frente a esta nueva e inesperada competencia. Le pasó a Shippify con Correos de Brasil. “Con nuestro sistema podés enviar una botella de vino a un amigo para su cumpleaños y que le llegue ese día y a la hora correcta. También ayudamos a nuevos emprendedores que, por ejemplo distribuyen alimentos frescos. Hoy es imposible pensar en hacer el envío de una ensalada por el método tradicional del correo.” Por eso es que reaccionaron frente a lo que sintieron como una competencia. Sin embargo, es muy difícil pensar en detener estas tendencias cuando el público las avala y cuando representan una solución eficiente y rentable. Como acota Torres, “en 1860 un economista francés hacía una sátira en la que los fabricantes de velas le pedían al gobierno francés cerrar el sol porque era una competencia desleal hacia ellos. Lo que nosotros hacemos ayuda a miles de personas en América Latina a generar un ingreso extra, a mejorar el comercio electrónico con un servicio de entregas más barato y más veloz, y a tener clientes más felices.”
En EE.UU hay modelos de negocios parecidos pero Latinoamérica es muy diferente y presenta desafíos enormes que hay que saber comprender
Actualmente, la empresa tiene más de 250 tiendas de comercio electrónico adheridas y una comunidad de 5.500 shippers registrados. Opera en distintos puntos de Latinoamérica, principalmente en Brasil (Belo Horizonte, San Pablo y Curitiba), en Santiago de Chile, en Ecuador y, a partir de este año piensan hacer pie en México y Argentina. “Argentina cambia completamente la cancha. El país está dando un giro de 180 grados y abre nuestros ojos para llegar al mercado muy pronto. Creo que hoy la Argentina se presenta como un mercado mucho más alentador, con mejores perspectivas para el largo plazo, por lo cual la empresa está considerando invertir fuertemente en este país y unirnos a las personas que quieren ver a una Argentina mejor”.
Fuente: Infobae