Iwako: Original en sus productos y en su modelo de producción

A pesar que el éxito tardó en llegar, Iwako se ha mantenido trabajando sin pausa desde su fundación en 1968. Reconocido por sus originales gomas de borrar, sus primeros productos fueron capuchones para lápices tradicionales que el tiempo – con la popularización de los portaminas – sumió en la obsolescencia.

Las gomas de borrar tomaron la posta y se transformaron en un éxito rotundo que originó que aparecieran numerosos imitadores. La saturación del mercado desanimó a la mayoría pero Iwako permaneció, ampliando su oferta y montando un modelo de producción en el que mezcla la robótica contemporánea -usan máquinas para la producción en serie – con procesos manuales provistos por los mismos vecinos que trabajan en sus propias casas. Este original procedimiento les permite fabricar 250.000 unidades diarias.

Con 450 modelos diferentes, la firma ofrece diversas formas que incluyen medios de transporte, alimentos, animales como hámsters y dinosaurios, artículos de papelería y tradicionales mochilas escolares, entre otros, que incluyen por lo regular mas de una pieza. Ejemplo de esto último es un avión en el que se puede separar el fuselaje, las alas y la cola.

Iwako está en un proceso de franca internacionalización, al que presentaciones como la que hizó en Paperworld en enero 2017 han, sin duda, contribuido: “En la actualidad, vendemos en Reino Unido, España, Italia, Dubái, Bahréin, Portugal, Polonia, Corea del Sur, China y Taiwán, entre otros. Contamos con un único distribuidor en cada país”, señaló Iwasawa Tsutomu, presidente de Iwako.