Polimatía, la combinación de saberes hacia el éxito
15 de Enero de 2018 - Destacados
En la nueva era digital no basta con especializarse en una materia, hay que alcanzar la excelencia en dos o más áreas de conocimiento de campos tan diversos como las artes, las ciencias, los negocios, el deporte, la tecnología y las humanidades. Esta podría ser una buena definición de lo que es la polimatía, una capacidad cada vez más valorada por las empresas y que queda refrendada en un estudio de Deusto Business School y la compañía de la innovación 3M.
En un escenario acelerado, en el que cada diez años se duplica la producción científica, la polimatía cobra un nuevo sentido. El cambio tecnológico y la competencia global generan más incentivos que nunca para innovar y la economía digital constituye un campo abonado para que el polímata desarrolle todo su talento, ya que una mente habituada a cuestionar constantemente la realidad, con facilidad para el aprendizaje y capacidad para encontrar soluciones imaginativas, resulta especialmente apta en los nuevos escenarios.
Talentos todoterreno
Durante los últimos dos siglos, la sociedad occidental se ha sustentado sobre el paradigma de la hiperespecialización, lo que hace que nos parezca una rareza que haya profesionales que destaquen en campos tan dispares como la ciencia y las artes, por ejemplo. Sin embargo, la era digital demanda talentos todoterreno como los que brillaron en el Renacimiento, aunque también los ha habido en épocas más recientes y dentro de nuestras fronteras, como el primer premio Nobel español de literatura, José Echegaray, que fue antes científico que literato; Gregorio Marañón, quien además de médico fue ensayista; y Santiago Ramón y Cajal, que destacó en el campo de la fotografía además de la neurociencia, y también galardonado con el premio Nobel.
Además, las nuevas tecnologías permiten un desarrollo mucho más sencillo de la polimatía. En la actualidad es posible acceder a cualquier tipo de conocimiento no solo con libros y manuales, sino también, por ejemplo, a través de tutoriales en YouTube. En este contexto se rompe la dicotomía de ciencias y letras por la que se trata de categorizar a las personas desde que están en el instituto. La idea principal es que una persona pueda destacar en ambas áreas y además dar importancia a otras como la creación artística y la práctica deportiva.
Exceso de información
“Estamos expuestos cada día a un exceso de información, exceso de comunicación, exceso de interacción… y a un déficit de atención”, confiesa Estrella Cabrero, directora de I+D de 3M Iberia. Para frenarlo, la sociedad ha reaccionado con una fuerte tendencia a la especialización y ha organizado un sistema educativo en torno a esa idea. Hoy en día, aunar todo el conocimiento existente no es posible, pero tampoco es ese el objetivo. “El polímata se cuestiona la realidad y combina con una gran facilidad distintas disciplinas para encontrar soluciones creativas”, explica Cabrero.
Así, las estructuras mentales más influenciadas permiten “unir los puntos para el siguiente avance, haciendo las preguntas adecuadas, viendo el mundo como un sistema en el que todo está conectado y en el cual cada elemento depende de muchos otros”, revela la directora de I+D de 3M recordando las palabras de Steve Jobs.
Resulta “evidente” la pertinencia de poder contar con esos perfiles en las empresas. Para ello, es “necesario” volver al “plano más humano y aunar los conocimientos técnicos con la neurociencia, el diseño o la psicología para seguir innovando”. Las emociones serán un área a combinar con la tecnología.
Fuente: Diario Sur