La eurozona se tomará un respiro en 2018: el beneficio crecerá un 6%
26 de Febrero de 2018 - Destacados
Tras varios años de decepciones, la renta variable de la eurozona logrará incrementar su beneficio sustancialmente al cierre de este ejercicio después de que por primera vez desde 2010 los resultados no hayan decepcionado las expectativas del inicio del año. En los últimos 12 meses la mayor parte de las compañías de la región han logrado normalizar los beneficios y de cara a 2018 los analistas creen que los resultados de las compañías se tomarán un respiro y crecerán al 6%.
Según las estimaciones recogidas por FactSet, las más de 300 compañías del EuroStoxx lograrán un beneficio neto que rozará los 402.000 millones de euros, un 6,1% más que los 378.500 millones con los que esperan que cierren el año 2017. Para este año se estima un aumento del 57% en unos resultados condicionados por las pérdidas de los sectores petrolero y bancario en 2016.
Todo esto en un escenario que se espera que sea bastante tranquilo después de que las previsiones de crecimiento de la eurozona se hayan fortalecido durante los últimos meses. “El ciclo expansivo se fortalece. La reducción del desempleo, la fortaleza de la demanda interna y la mejora en los niveles de confianza llevan a nuevas revisiones al alza del PIB”, explican desde Bankinter. En este sentido, en el mes de septiembre los economistas encuestados por Bloomberg preveían un crecimiento del PIB en la región del 2% en 2017 y del 1,8% en 2018 y ahora estiman aumentos del 2,3 y del 2,1%, respectivamente.
Una de las principales preocupaciones del mercado con respecto a la eurozona es que el euro siga fortaleciéndose, lo que perjudicaría a las compañías más exportadoras. Con todo, los expertos restan importancia a esta posibilidad. “Aunque somos alcistas con la moneda única, no creemos que la divisa sea un viento en contra demasiado fuerte”, explican desde Credit Suisse. Según recuerdan en el banco helvético, “la recuperación está produciéndose gracias a la demanda interna, por lo que es mucho menos sensible a las variaciones del euro”.
En este sentido, en UBS recalcan que una apreciación del 5% en la divisa común frente a una cesta de divisas ponderadas borra entre el 2 y el 3% del beneficio por acción. Con todo, aseguran que “la combinación del crecimiento sólido de la facturación y la escalada de los márgenes por el apalancamiento operativo debería más que compensar los efectos negativos de que el euro se aprecie”.
El margen neto de las compañías de la eurozona excluyendo a las firmas financieras se sitúa a día de hoy en el 6,2% y los expertos esperan que se eleve hasta el 6,7%, lo que supondría su mejor resultado desde el año 2010. Mientras, la cifra de negocio crecerá un 3,5%, hasta rozar los 4,5 billones de euros de facturación.
“Los márgenes de las compañías de la Europa continental están solo ligeramente por encima de su media y toda su mejor ha venido de unas cargas de impuestos más bajas y unos tipos también más reducidos. Y no pensamos que ninguna de estas dos circunstancias vaya a cambiar en ningún momento cercano”, reflexionan desde Credit Suisse.
Precisamente, la atención del mercado también estará puesta en el Banco Central Europeo. La entidad presidida por Mario Draghi comenzará a reducir las compras de deuda a partir de enero, pasando de adquirir 60.000 millones a 30.000 millones al mes y el mercado cada vez retrasa más la puesta en precio de una subida de tipos.
Esta circunstancia dejará que las empresas sigan financiándose a precios históricamente bajos, lo que les permite mejorar sus beneficios. Este hecho seguirá pesando en la banca, pero no a sus estimaciones de beneficios más a corto plazo, ya que las alzas en el precio del dinero tardan en trasladarse a las cuentas de resultados del sector, que ha logrado superar la parte más complicada de la crisis.
Fuente: El Economista