Tecnología Blockchain gana adeptos: la ONU la recomienda para la acción climática

Supongamos que la información importante para abordar el cambio climático, como las emisiones de efecto invernadero de un sector de la industria, se actualizara continuamente a partir de una multitud de fuentes y se compartiera de manera abierta y transparente. La información crucial estaría fácilmente disponible, actualizada, mostrada de forma transparente y revisada para garantizar su precisión.

Esta es la promesa de la llamada tecnología de contabilidad distribuida (DLT por sus siglas en inglés, de distributed ledger technology), cuyos beneficios parecen limitados solo por la imaginación de personas familiarizadas con la tecnología. La aplicación más conocida de la tecnología de blockchain (cadena de bloques) y DLT ha sido para la creación de monedas electrónicas, como Bitcoin.

La tecnología blockchain se basa en una red distribuida mutua, que permite una confianza de alto nivel entre los usuarios y una mejor supervisión de los datos almacenados.

Para fomentar la exploración y el posible uso de esta tecnología en apoyo de la acción climática, la secretaría de ONU Cambio Climático inició y facilitó la creación de la Coalición de la Cadena del Clima y contribuyó a la redacción de su carta de principios y valores.

“La secretaría de ONU Cambio Climático reconoce el potencial de la tecnología blockchain para contribuir a mejorar la acción climática y la sostenibilidad”, afirmó Massamba Thioye, quien lidera el trabajo de la organización a la hora de explorar la tecnología DTL y blockchain, con la cual, entre otros se podría:

-Fortalecer el monitoreo, la presentación de informes y la verificación de los impactos de la acción climática
-Mejorar la transparencia, la trazabilidad y la relación coste-eficacia de la acción climática
-Generar confianza entre los actores climáticos
-Crear mecanismos que incentiven la acción climática de forma accesible a los más pobres
-Apoyar la movilización de las finanzas verdes

“Para movilizar plena y rápidamente este potencial, se necesita una amplia colaboración entre las partes interesadas para que dirijan los recursos a las áreas prioritarias, se evite la duplicación de esfuerzos y se ayude a evitar los escollos de trabajar en una nueva tecnología con innumerables incógnitas”, afirmó Thioye.

Actualmente, hay 32 miembros inscritos en la coalición, y la membresía sigue abierta.

Fuente: Naciones Unidas