Geopolítica impulsa al alza el precio del petróleo
23 de Abril de 2018 - Destacados
Los precios del petróleo rozaron los u$s 75 el barril, su nivel más alto desde 2014. Los operadores creen que esta suba se debe a la ajustada oferta del mercado combinada con el actual aumento de los riesgos políticos para la plaza.
El alza de la cotización, que provocó una pronunciada suba de las acciones de energéticas, llega después de 16 meses de recortes de oferta por parte de la OPEP y de Rusia, que quitaron del mercado 1,8 millones de barriles diarios.
Eso barrió lo peor de la superabundancia de petróleo que golpeó los precios hace cuatro años, y ahora Arabia Saudita –el líder de facto de la OPEP– muestra pocas señales de tomar medidas para enfriar la suba mientras trata de financiar su ambicioso y costoso programa de reforma económica y social.
Pero las subas de las últimas dos semanas reflejaron mayormente el creciente riesgo político, aseguran los operadores. La oferta más ajustada en el mercado acrecenta la importancia de las amenazas a la producción, que van desde el derrumbe económico de Venezuela hasta el riesgo de que EE.UU. vuelva a imponer sanciones a las exportaciones de petróleo iraní.
El Brent, la referencia internacional, tocó los u$s 74,75 ayer, nivel 10% más alto que a principios de este mes.
“La geopolítica tiene un impacto muy superior cuando el mercado ya se está ajustando”, dijo Amrita Sen de Energy Aspects en Londres. “Ya pronosticábamos un déficit de oferta para la segunda mitad del año –que podría reducir aún más los inventarios–, antes de tener en cuenta los riesgos provenientes de Venezuela, Irán y cada vez más de Libia”.
Estos tres miembros de la OPEP llaman cada vez más la atención, restando importancia a la recuperación de la industria del shale oil estadounidense, cuya mayor producción hasta ahora no descarriló el alza de precios dado que parece que fue mayormente absorbida por la sólida economía global y el crecimiento de la demanda de petróleo.
La producción de Venezuela disminuyó a su mínimo de 30 años como consecuencia de la crisis económica y política que afectaron el funcionamiento de su compañía petrolera estatal. Irán, que produce más crudo desde que el acuerdo nuclear de 2015 relajó las sanciones contra su sector petrolero, enfrenta la posibilidad de que el presidente Donald Trump de EE.UU. abandone el acuerdo el mes próximo.
Libia, donde la producción se había estabilizado en cerca de 1 millón de barriles diarios, enfrenta un potencial vacío de poder debido a que el general Khalifa Haftar, cuyas fuerzas tienen el control del este del país y de la mayoría de los puntos exportadores de petróleo, estaría internado en un hospital de París debido a una seria enfermedad.
“La actual suba se debe casi exclusivamente a hechos geopolíticos”, dijo Tomas Varga de la firma de corretaje de petróleo PVM en Londres. Los operadores también están atentos a una reunión técnica entre los miembros clave de la OPEP que en estos días se llevará a cabo en Jeddah y en la que revisarán el avance del acuerdo de recortes de producción.
El cártel del petróleo, que mayormente ya cumplió su meta oficial de reducir los antes inflados inventarios de petróleo, gradualmente fue cambiando el objetivo a otras medidas, y aborda cada vez más la necesidad de fomentar la inversión en el abastecimiento futuro.
Hay informes de que Arabia Saudita apunta a un precio de u$s 80 el barril o más alto, si bien el ministro de Petróleo del reino Khalid Al Falih y sus asesores evitan mencionar una meta precisa.
Los analistas ven esto como una señal de Arabia Saudita de que está cómodo con el alza y que no hará esfuerzos por disminuir su ritmo, si bien también es poco probable que tome medidas adicionales más allá de los actuales recortes de oferta. Se cree que el reino quiere precios sólidos en parte para elevar la valuación de Saudi Aramco, su petrolera estatal. Hay planes de que parte de dicha compañía empiece a cotizar en Bolsa, una oferta pública inicial de acciones que es central para las reformas económicas que tiene en mente el príncipe heredero Mohammed bin Salman.
Fuente: Financial Times