Auge de economía de EE.UU. tiene costo para la expansión mundial
30 de Agosto de 2018 - Destacados
Recuperar la grandeza de los Estados Unidos no está resultando tan fantástico para otras partes del mundo.
Ya que el avance del dólar y las tasas de interés aplasta a las economías emergentes en momentos en que la guerra comercial del presidente Donald Trump amenaza a China, EE.UU. se apresta a ser el único país del Grupo de los Siete que verá acelerarse el crecimiento económico este año a raíz de la incidencia de las reducciones impositivas de Trump.
El fin de la breve euforia por un crecimiento mundial sincronizado ya es evidente en los mercados financieros.
NatWest Markets señala que su canasta de los llamados activos de crecimiento como el dólar australiano y el cobre bajó un 4,5 por ciento este año en comparación con el avance de casi 7 por ciento del índice Standard & Poor’s 500.
La brecha de desempeño “capta sin duda la naturaleza desequilibrada del crecimiento de este año”, dijo Jim McCormick, responsable de estrategia de activos cruzados de NatWest.
El telón de fondo global enmarcara las discusiones durante el simposio anual de la Reserva Federal sobre política en Jackson Hole, Wyoming, donde está previsto que hable el presidente Jerome Powell.
Los dos aumentos de las tasas de interés que implementó la Fed en 2018 contribuyeron a hacer subir este año el dólar casi un 6 por ciento ponderado por el comercio, lo cual encarece el reembolso de los préstamos para los deudores internacionales.
Las minutas de la última reunión de política monetaria de la Fed, podrían aportar pistas en cuanto a las perspectivas de las tasas en 2019.
Por ahora, Mark Nash, responsable de renta fija de Old Mutual Global Investors, apuesta a que la economía nacional llevará al banco central a seguir subiendo las tasas aunque esto acabe por crear vientos en contra.
“En cuanto los perjuicios en los mercados emergentes se tornen particularmente agudos, recaerán sobre EE.UU. y cambiarán las cosas en lo que se refiere a la forma en que la Fed debe manejar la política monetaria interna”, dijo en Bloomberg Televisión.
“Por ahora, no se puede criticar lo que hace Powell, pero las consecuencias podrían volverse en su contra”.
La evidencia de una moderación fuera de los Estados Unidos ya es visible.
Economistas de JPMorgan Chase & Co. dicen que si bien el crecimiento mundial general es más elevado que su tendencia de largo plazo gracias a EE.UU., la proporción de países con un desempeño por encima del potencial cayó de un 80 por ciento en 2017 a un 60 por ciento.
El ímpetu de China se frenó en tanto los funcionarios reducen los préstamos de riesgo y la disputa comercial con EE.UU. comienza a hacer mella, lo cual los lleva a realizar cambios para indicar su voluntad de sostener la actividad.
Los economistas también perciben una desaceleración en Japón. En buena parte de Europa, las encuestas y los indicadores de confianza han bajado este año debido, en parte, a la preocupación por las exportaciones.
Los pedidos a las fábricas alemanas -un indicador de la producción futura en la economía más grande de la zona euro- registraron en junio su primera disminución anual en casi dos años.
Italia se prepara para un choque con los inversores por los planes fiscales, con consecuencias para los costos de endeudamiento, al tiempo que no hay final para la incertidumbre que rodea al Brexit en el Reino Unido.
Y están, además, los mercados emergentes.
La lira de Turquía se desplomó en medio de una crisis política, Venezuela llevó a cabo una de las devaluaciones más grandes de la historia y Argentina eleva las tasas para proteger su moneda.
Ninguno tiene poder como para arrastrar a la economía global a una recesión, pero las repercusiones sobre los mercados podrían representar un golpe a la confianza si el sufrimiento se propaga a potencias entre los mercados emergentes como Brasil.
Fuente: Portafolio