Tienen entre 55 y 75 años, usan whatsapp y se divierten como millenials
17 de Octubre de 2018 - Destacados
Tienen entre 55 y 75 años y están hartos de que el mercado y la sociedad se olviden de ellos en cuanto las arrugas son demasiado visibles. Se sienten jóvenes, activos, están digitalizados, son modernos, les gusta la moda, ir de conciertos, bailar, viajar, probar nuevos restaurantes o cremas milagrosas y tienen dinero para poder hacerlo. Son los viejenials. El mercado y la publicidad no se habían fijado en ellos. Hasta ahora.
“Somos millenials mayores. Hacemos lo mismo que los jóvenes. Tenemos ganas de vivir, somos activos y no nos sentimos viejos. ¿Por qué en esta etapa de la vida ya somos desechables?”, se pregunta la fundadora de Viejenials.com, Constanza Lucadamo, la primera empresa española que busca situar en el panorama laboral y publicitario a los consumidores seniors potenciales. Estos nuevos abuelos se mensajean por Whatsapp, ven vídeos en Youtube, tienen Netflix y cuenta en Facebook, (algunos hasta Instagram), son voraces lectores de prensa digital y saben lo que significa Trending Topic. Ocupan una importante cuota de mercado y la reclaman. Las marcas ya han dejado de darles la espalda a los viejenials.
Trabajar en Starbucks a los 65
“¿Por qué no podemos bailar funky o aprender a tocar el piano con 65 años?, ¿quién dice que no podemos o no es posible?”, cuestiona la CEO de la plataforma digital de abuelos milenialls. El segmento de la población que representa a los viejenials comprende a los nacidos entre los años 1946 y 1964, los baby boomers, quienes ahora tienen entre 53 y 73 años. “Actualmente se envejece de una nueva forma. No vivimos nuestra edad desde la pasividad, somos activos y podemos trabajar cobrando en la caja de un Zara o sirviendo café en el McDonalds. No comprendemos por qué hemos perdido valor en el mercado”, señala Constanza.
Lo cierto es que las compañías se han puesto manos a la obra. Quizás nos sorprendamos cuando un camarero de 70 años en Starbucks nos atienda, pero esto es ya una realidad. La empresa internacional que sirve cafés a medio mundo abrirá en México su primer local con un plantilla de trabajadores mayores de 65 años. En una sociedad que tiembla ante un rostro con patas de gallo, la acción de Starbucks tranquiliza a aquellos que pierden su empleo después de los 55 y se enfrentan a un futuro oscuro y nada prometedor. Porque sí, hay vida más allá de los 55, mucha y, también, son muchos.
Neopensionistas
En España, un total de 8,7 millones de españoles superan los 65 años de edad, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Y la mayoría de ellos no se sienten viejos, más bien lo contrario. Llegan a la jubilación y no les apetece ver la vida pasar con una hoja de parra en la boca bajo un árbol. Esto para un rato está bien, pero no como rutina diaria. Los viejenials buscan cuidarse y se preocupan por su imagen personal, hacen running y quedan para ir en bicicleta con colegas. Según la consultora Nielsen, estos neopensionistas superan en el tiempo que dedican al deporte a los menores de 35 años, por lo que Decathlon ya puede ir pensando en ellos.
“Ves cartelería publicitaria y sólo nos quieren vender tensiómetros, rodilleras para sujetar músculo, pañales para adultos o sillones ortopédicos”, cuenta apesadumbrada la fundadora de Viejenials. Aunque ya se vislumbra un horizonte que va más allá de los sofás eléctricos y las gafas para la miopía. La popular marca de bebidas Aquarius apuesta por este segmento. La empresa de refrescos, bajo el eslogan “Nos morimos por vivir”, ha concedido una beca a Viejenials.com con la que crearán una escuela de danza moderna para el público de la tercera edad. “¿Te imaginas que grabamos un videoclip 40 personas de 70 años moviéndonos al ritmo de Bruno Mars?, pues eso es lo que vamos a hacer, cambiaremos la perspectiva que tienen de los viejos”, explica con convicción la empresaria.
Cuesta pensar que el poder adquisitivo de un jubilado español sea alto. Pero hay que señalar que, a pesar de que la pensión media en nuestro país apenas supera los 1.000 euros, los baby boomers ya tienen pagada la casa, el coche y a sus hijos colocados. Además, la pensión media de los nuevos jubilados es mayor, ya que ronda los 1.400 euros. Esta situación favorece que en su tiempo libre lleguen a consumir más. En el supermercado, por ejemplo, son exigentes. Un jubilado le puede dedicar más tiempo a leer la etiqueta. Mientras la generación del silencio (nacidos entre el 1920 y 1940), es decir, los padres de los baby boomers, no le hacían asco a nada, sus hijos viejenials son más exquisitos. De ahí que Mercadona o Lidl les dediquen cada vez más espacios en sus estanterías a productos dietéticos, sin gluten o bajos en sal para satisfacer las nuevas demandas.
Cincuentopía
El aumento de la esperanza de vida ha provocado un nuevo fenómeno y es la cuarta edad, los octogenarios; la tercera edad ya no es la última etapa de la vida. Gran noticia. El siglo XXI es testigo de los cambios intergeneracionales. Los viajes del Imserso donde intentaban vender sábanas y toallas entre parada y parada de los autobuses van a pasar a la historia. Las agencias turísticas lanzan viajes llenos de glamour en cruceros hacia lugares románticos para mayores de 55. La cadena de Hoteles Meliá tiene más de una decena de hoteles en Valencia y Andalucía dedicados sólo y exclusivamente a los seniors. Buffets especiales, piscinas adaptadas y salones donde los viejenials socializan y se divierten. Aquello de ir trece horas en autobús recorriendo los pueblos de la provincia es cosa de los tiempos de los abuelos, los otros abuelos.
Sol Hoteles y Seniors Hoteles también se han sumado a rellenar el hueco de los clientes que han envejecido en tiempos digitales. “Hemos vivido muchas revoluciones. Ahora la tecnológica y nos hemos adaptado. Está claro que ahora ves a una persona de 55 años y no la ves como una vieja, es alguien más mayor, nada más”, aclara la CEO.
El empuje de esta forma de sentir juvenil y con fuerza es recogida por la asociación Cincuentopía. Sus actividades bien pudieran parecer de veinteañeros, pero no. Su filosofía, al igual que Viejenials, se basa en “poner vida a los años”. Pintan, ríen, escriben y catan vinos como cualquier jovencito. Su web pone en contacto a empresas y profesionales que fabrican productos dirigidos a esta cuota de mercado, y realizan sinergias cincuentópicas con los clientes. Son optimistas y entusiastas como la CEO de Viejenials: “Yo de vieja voy a ser genial”, afirma Constanza.
Fuente: Libre Mercado