¿En qué consiste la economía circular?: Las claves del sistema que desafía el modelo de consumo actual
30 de Julio de 2019 - Destacados
A medida que incrementan las alertas sobre el cambio climático y la degradación ambiental, este concepto cada vez toma más fuerza. Pero, ¿es como el reciclaje?, ¿es verdaderamente posible?.
Tomar, hacer, usar y desechar. Durante décadas, este ha sido el enfoque estándar para la producción y el consumo. Las empresas toman materias primas y las transforman en productos que son comprados por los consumidores, quienes a su vez los desechan, generando desperdicios.
Sin embargo, a medida que incrementan las alertas sobre el cambio climático y la degradación ambiental, las personas han empezado a desafiar la sostenibilidad de este modelo.
Muchos líderes empresariales y gobiernos, entre ellos China, Japón y el Reino Unido, argumentan que deberíamos abandonar este sistema lineal y favorecer la llamada economía circular que consiste en tomar, hacer, usar, reutilizar y reutilizar nuevamente una y otra vez.
1. ¿Qué problema tiene la economía lineal? A menudo conduce hacia un sistema ineficiente, costoso y que agota los recursos naturales. Las materias primas mineras, desde el oro hasta el carbón, pueden dañar los ecosistemas y alterar las comunidades cercanas.
La fabricación de acero a partir de mineral requiere una gran cantidad de energía, lo que produce dióxido de carbono y calienta la Tierra. Un resultado del modelo lineal es el desperdicio material, que ocupa espacio y puede contener contaminantes. La basura termina en lugares indeseables. La llamada gran mancha de basura en el Pacífico es apenas el ejemplo más conocido de contaminación plástica a escala global.
Sin embargo, productos como el acero y el plástico se pueden reutilizar, restaurar y reciclar para capturar valor sin explotar. Una economía totalmente circular, sin desperdicios ni nuevos materiales, es probablemente imposible de lograr, pero al eliminar la mayor cantidad de desperdicio del sistema podría limitar el uso de nuevos recursos.
2. Parece igual al reciclaje. ¿En qué es diferente? Las dos ideas están conectadas, pero no son lo mismo. La frase “economía circular” aparece en el trabajo de unos pocos economistas de recursos que se remontan al menos a los años ochenta. Su uso en los últimos años ha llegado a connotar un enfoque más sistémico y ambicioso que el reciclaje.
Por ejemplo, para mantener la calidad, los fabricantes de botellas de plástico necesitan mezclar plástico reciclado con material virgen. En cambio, una economía verdaderamente circular no involucraría en absoluto nuevos insumos de materia prima, y por ende reduciría las emisiones, el desperdicio y eventualmente los costos.
Algunas industrias ya se están acercando; por ejemplo, casi todo un automóvil se puede recuperar. Pero a algunos aún les falta un largo camino. 97% de los materiales utilizados para confeccionar ropa son nuevos, y 73% de estos productos se incineran o desechan en un vertedero. Esta no es una idea totalmente nueva: el lema “hacer y arreglar” se popularizó durante la Segunda Guerra Mundial para alentar la menor cantidad de desperdicio posible.
3. ¿Escépticos? Sí. Crear un ciclo de producción completamente autosuficiente es prácticamente imposible. Siempre será necesaria alguna entrada nueva, y siempre se generarán algunos desperdicios. Al reciclar papel una y otra vez, por ejemplo, se produce papel de calidad cada vez más baja.
Además, construir una economía circular conllevaría altos costos iniciales, lo que requiere inversiones para rediseñar los productos y cambiar a materiales reciclados. El Reino Unido estima que el costo de pasar a una economía circular sería de aproximadamente 3% del producto interno bruto. El gasto crea la preocupación de que las empresas buscarán soluciones rápidas en lugar de prácticas sostenibles a largo plazo.
4. ¿Qué es factible? Una cadena de suministro más circular. Esto significa cambiar a materiales reciclados, extender el ciclo de vida de un producto y mejorar la recuperación al final de su vida útil. TerraCycle Inc., con sede en Nueva Jersey, lanzó la iniciativa “Loop”, una colaboración con marcas como Nestlé SA para ofrecer productos comunes, por ejemplo, helados, en envases que se pueden devolver y llenar nuevamente.
Un esfuerzo multinacional liderado por General Motors, BMW y Toyota, creará un mercado secundario para las baterías usadas de automóviles eléctricos, que se pueden usar para enfriar cerveza en los minimercados 7-Eleven en Japón o para almacenar energía solar en Camerún.
La startup Rent the Runway Inc. de Nueva York ofrece alquiler de vestidos de diseñadores para eventos como bodas y galas, lo que permite a los clientes evitar compras de una sola postura, y permiten a la empresa llegar a una valoración de US$1.000 millones.
5. ¿Qué están haciendo los gobiernos? Están tratando de presionar a consumidores y productores para que avancen hacia una economía más circular. El gobierno alemán ofrece subvenciones para diseñar productos con un menor impacto ambiental o que son baratos de reparar.
En Chile, el gobierno dijo que apuntará a que todo plástico sea reutilizable. El gobierno de India introdujo una ley en 2012 que exige a los fabricantes de productos electrónicos y electrodomésticos que proporcionen servicios de “devolución” cuando un producto llega al final de su vida útil. Es una medida que crearía un estimado de medio millón de empleos.
Fuente: Emol